El transporte intermodal y el transporte multimodal son dos métodos importantes para el movimiento de mercancías utilizando diferentes medios de transporte. Ambos buscan optimizar la cadena de suministro, pero existen diferencias clave entre ellos.
El transporte intermodal se define como el movimiento de mercancías en una misma unidad de carga (como contenedores, cajas móviles o semirremolques) utilizando dos o más modos de transporte diferentes sin manipular la mercancía directamente durante el cambio de modo. Esto significa que la carga permanece dentro de la misma unidad desde el origen hasta el destino. El transporte intermodal combina diferentes espacios como agua, tierra y aire para diseñar la ruta más eficiente para la distribución de las mercancías.
Carretera con ferrocarril: Se transportan cajas o contenedores por camión en carretera y por tren en vías ferroviarias. Esto permite llegar a lugares sin acceso directo a vías acuáticas.
Carretera con marítimo: Camiones con mercancías son transportados directamente en barcos, o los contenedores se transfieren entre camiones y barcos para el transporte marítimo.
Ferrocarril y marítimo: Los trenes llevan contenedores a los puertos, donde se cargan en barcos para la siguiente etapa del viaje.
La importancia del transporte intermodal radica en que es una alternativa más sostenible y eficiente al transporte por carretera. Permite una logística de transporte más responsable y, en general, los costos del transporte intermodal son considerablemente más económicos que otras opciones. Además, al usar varios medios de transporte, se reduce el consumo de combustible y el desgaste de los vehículos. La carga y descarga son más rápidas al mover una única unidad de carga. También suele haber menor número de inspecciones y menores riesgos de pérdidas debido a que la carga va en unidades cerradas. La monitorización de la carga también es más fácil al estar toda en un mismo contenedor.
Un ejemplo de transporte intermodal es una empresa que utiliza barcos para tramos marítimos y camiones para completar el traslado por tierra, utilizando contenedores para mover la mercancía desde el punto de producción hasta el de consumo, independientemente de las distancias y los medios necesarios.
El transporte multimodal, por otro lado, también emplea más de un tipo de vehículo para transportar la carga desde su origen hasta su destino. La diferencia clave es que en el transporte multimodal, la carga puede ser manipulada y transferida entre diferentes unidades de transporte, como palets o contenedores no estandarizados. Este tipo de transporte es realizado por un Operador de Transporte Multimodal (OTM), quien se encarga de todo el proceso bajo un único contrato de transporte intermodal. Este contrato garantiza que, aunque se utilicen diferentes medios, el mismo operador es responsable de la mercancía durante todo el trayecto.
Manipulación de la carga: En el intermodal, la carga no se divide ni se manipula y permanece en la misma unidad de carga. En el multimodal, la carga puede cambiarse de unidad.
Unidad de carga: El intermodal utiliza unidades de carga estandarizadas, principalmente contenedores ISO. El multimodal puede utilizar unidades no estandarizadas y puede mover varios tipos de carga como palets.
Gestión de la carga: En el intermodal, la coordinación se confía a menudo a múltiples operadores de los diferentes modos. En el multimodal, la gestión de la carga se confía a un único operador (OTM) bajo un contrato de transporte intermodal.
El transporte intermodal surgió a principios de la década de 1950 con la necesidad de transportar mercancías a granel de manera más eficiente. La revolución de los contenedores en 1956, impulsada por la idea de cargar el camión directamente en el barco, marcó un punto de inflexión. La estandarización de los contenedores ISO en 1967 fue crucial para el éxito y la expansión del transporte intermodal.
Eficiencia: Se elimina la manipulación adicional de la carga, se utilizan diferentes modos de transporte y se reduce el tiempo de inactividad.
Economías de escala: Para grandes volúmenes, reduce el costo de transporte por unidad de carga.
Seguridad: Minimiza los riesgos de robo y daños al mantener la carga en la misma unidad.
Sostenibilidad: Reduce el impacto ambiental al optimizar el uso de recursos.
La logística intermodal implica varios pasos, incluyendo la selección de las modalidades de transporte adecuadas, la planificación de la ruta, la coordinación entre los diferentes modos de transporte, la trazabilidad de la carga y la entrega final. La gestión de flotas juega un papel importante en el transporte intermodal, permitiendo localizar y monitorizar el viaje de la carga en tiempo real.
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