Los bienes a granel—minerales, granos, fertilizantes o líquidos como el petróleo—se caracterizan porque se transportan sin envases, en grandes cantidades y de manera homogénea. Se vierten directamente en las bodegas de un buque granelero y no se dividen en unidades más pequeñas. Cuando los productos tienen dimensiones irregulares o vienen empaquetados en sacos, pallets o bidones se habla de carga fraccionada (break‑bulk). Esta se carga y descarga en unidades, a menudo utilizando grúas, y se diferencia de los graneles porque sus mercancías están embaladas. En términos de costo, la tarifa de la carga a granel se cobra según la capacidad del buque, mientras que la de la fraccionada se calcula por volumen o peso. Ambos tipos pueden compartirse entre varios clientes y no necesitan contenedores modernos, aunque el tiempo en puerto tiende a ser mayor.
Mientras que los graneles se mueven en buques específicos, el comercio internacional también utiliza contenedores. En el sector marítimo existen dos modalidades básicas:
FCL (Full Container Load). Significa que el contenedor completo se reserva para un único remitente. No es necesario llenarlo totalmente; lo importante es que se sella y viaja sin mezclar mercancía de otros cargadores. FCL es ideal para grandes volúmenes (más de 13 m³) porque ofrece más seguridad y menos manipulaciones.
LCL (Less than Container Load). El contenedor se comparte entre varios remitentes. Las mercancías se consolidan y cada expedidor paga sólo por el espacio que ocupa su carga. Este método está pensado para volúmenes pequeños o medianos (aproximadamente 2‑13 m³), por lo que es habitual entre pymes que no logran completar un contenedor completo. LCL es rentable y flexible pero suele implicar más manipulaciones y tiempos de tránsito más largos, ya que los envíos deben consolidarse y desconsolidarse en estaciones de carga.
A continuación se analiza cómo estos conceptos se relacionan con el transporte a granel y cuándo tiene sentido utilizar LCL.
En teoría, las materias primas como granos o minerales se transportan mejor en graneleros, ya que se vierten directamente en las bodegas y se cargan y descargan en grandes cantidades. Sin embargo, muchas empresas exportan pequeñas cantidades de productos a granel (por ejemplo, sacos de harina, bolsas de cacao, polvo químico o líquidos en bidones) que no justifican un contenedor completo. Estas mercancías pueden viajar como carga LCL siempre que se embalen adecuadamente para protegerlas de daños y evitar derrames:
Bolsas FIBC o “bulk bags”. Las bolsas flexibles intermedias para graneles (FIBCs) están hechas de polipropileno tejido y son ideales para transportar granos, fertilizantes, minerales y materiales en polvo. Son resistentes, permiten apilarse y facilitan la manipulación con montacargas.
Bidones y barriles. Los productos líquidos y semi‑líquidos (aceites, productos químicos, bebidas) se suelen colocar en bidones de acero, plástico o fibra. Estos envases herméticos evitan fugas y cumplen las normas de seguridad.
Sacos, cajas y pallets. Productos granulares o en polvo pueden colocarse en sacos resistentes, que luego se paletizan para facilitar su carga y descarga. La paletización protege los sacos de la humedad y simplifica el manejo.
Debido a que los envíos LCL pasan por varias etapas de consolidación y desconsolidación, se aconseja embalaje robusto. Las empresas deben usar materiales de alta calidad, asegurar la carga internamente (bracing) y etiquetar todas las caras con instrucciones de manipulación (por ejemplo, “Fragil” o “Este lado arriba”). Un embalaje deficiente aumenta la probabilidad de daños o contaminación, sobre todo cuando la carga se mezcla con otras mercancías en el mismo contenedor.
Modo de envío | Características principales | Cuándo utilizarlo |
Carga a granel | Mercancía homogénea y sin empaquetar; se vierte directamente en el buque (carbón, cereales, minerales). Se tarifica según la capacidad del buque y suele requerir graneleros dedicados. | Grandes volúmenes de materias primas que se transportan sueltas. Es más rentable cuando la carga ocupa toda la bodega del buque. |
Carga fraccionada (break‑bulk) | Mercancía embalada en sacos, pallets, bidones u otros envases; se carga individualmente en el barco. Se paga según peso o volumen y puede emplear buques de carga general. | Equipos pesados, maquinaria o productos envasados que no caben en contenedores. Permite transportar cargas de formas irregulares o muy grandes. |
LCL (Less than Container Load) | La carga de distintos remitentes se consolida en un contenedor. Cada expedidor paga solo por el espacio que ocupa. Requiere embalaje robusto y un proceso de consolidación/desconsolidación que prolonga los tiempos de tránsito. | Envíos pequeños o medianos (aprox. 2‑13 m³); cuando el volumen no justifica un contenedor completo; o cuando se busca flexibilidad en los pedidos. |
Aunque la carga fraccionada y el LCL comparten la idea de pagar según el peso o volumen, difieren en la modalidad de transporte. En la carga fraccionada las mercancías se cargan individualmente en la cubierta del buque, mientras que en el LCL se introducen en un contenedor junto a otras cargas. Los costos de los envíos fraccionados y LCL se calculan por peso o volumen, el que genere más ingresos, pero el LCL depende de la existencia de estaciones de consolidación (CFS) y de puertos equipados con grúas para manipular contenedores.
Ahorro de costos. Compartir el contenedor con otros expedidores permite dividir el costo y pagar solo por el espacio ocupado. Esto resulta atractivo para pymes que exportan sacos de granos, fertilizantes o productos pulverulentos que no llenan un contenedor completo.
Flexibilidad. El LCL facilita enviar diferentes productos en un mismo envío y ajustar la cantidad según la demanda. También permite probar nuevos mercados enviando lotes pequeños sin comprometer un contenedor entero.
Menor riesgo de movimiento interno. Una vez paletizados o embalados en FIBCs, los productos a granel ocupan poco espacio y están menos expuestos a movimientos dentro del contenedor, reduciendo el riesgo de daños durante el viaje.
Acceso a rutas globales. Los servicios LCL operan en más de 600 rutas y conectan miles de puertos, lo que permite acceder a mercados donde no existen graneleros frecuentes.
Tiempos de tránsito más largos. A diferencia del FCL, el envío LCL suele demorar más porque la carga se consolida y desconsolida en estaciones de carga y puede pasar por varios puertos. La mercancía a granel en sacos o bidones deberá esperar a que otros expedidores completen el contenedor antes de salir.
Mayor manipulación y riesgo de daños. Al compartir espacio con otras cargas, existe la posibilidad de que los sacos o bidones se estropeen si no están bien protegidos. El embalaje robusto y el etiquetado son esenciales.
Costos adicionales en origen o destino. El uso de LCL depende de la cercanía a estaciones de consolidación (CFS). Si el origen o destino está lejos de un CFS, los costos de transporte interno pueden hacer que el LCL sea menos rentable.
Inspecciones aduaneras. Las autoridades suelen inspeccionar más los contenedores LCL porque contienen mercancías de varios remitentes. Cualquier problema con otra carga en el contenedor puede retrasar el despacho de su envío.
La elección depende del volumen, la urgencia y la naturaleza de la mercancía:
Volumen bajo o moderado. Si su carga oscila entre 2 y 13 m³ y se encuentra bien embalada (en sacos, FIBCs, bidones), LCL es una opción económica. Es ideal para exportadores de alimentos, fertilizantes o productos químicos que despachan lotes pequeños.
Volumen alto o mercancía muy pesada. Si el volumen supera los 13 m³ o el peso se aproxima al límite de un contenedor, el FCL suele ser más rentable y rápido. También es preferible para cargas muy delicadas o de alto valor que requieran un contenedor exclusivo.
Materia prima homogénea en grandes cantidades. Para envíos de mineral, carbón, cereales o líquidos a gran escala, el transporte a granel con graneleros es la opción adecuada. Se paga por la capacidad del buque y se aprovecha la eficiencia de cargar y descargar grandes volúmenes.
El transporte a granel LCL combina las ventajas de dos mundos: permite enviar pequeñas cantidades de mercancías a granel usando la infraestructura de contenedores. Esta modalidad es especialmente valiosa para pymes que exportan sacos de granos, fertilizantes o productos en polvo y que buscan ahorrar costos sin llenar un contenedor completo. No obstante, exige un embalaje cuidadoso, coordinación con operadores logísticos y disposición a aceptar tiempos de tránsito más largos. Comparar las características del LCL con las del FCL y del transporte a granel tradicional le ayudará a elegir la mejor opción para cada envío
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